En busca de la excelencia..
“En busca de la excelencia”, es un libro de Thomas J. Peters y Robert H. Waterman, editado en los años 1980, y considerado en su momento el «mejor libro de negocios de todos los tiempos. Está basado en un estudio de cuarenta y tres de las empresas mejor administradas de Estados Unidos, dentro de una gran variedad de sectores empresariales, y tal fue su éxito, que durante mucho tiempo, se lo consideró lectura obligatoria en las salas de juntas, las escuelas de negocios, y hasta en las mesas de noche. Creo haber sido uno de los primeros que lo compró en Uruguay, durante un evento del Festival Latinoamericano de Publicidad (FIAP), en el año 1989.
Confieso
que me encantó. Y es que me vino a colación ante un evento que recientemente
sacude a nuestra hermana República Argentina, ante el cual el Vocero presidencial
del presidente Milei, Manuel Adorni, tratando de explicar una entrevista curiosamente
interrumpida, al máximo jerarca, aseguró que “En busca de excelencia, se
cometió un error”.
Durante
la entrevista el presidente se refería, a su estrategia judicial, para
enfrentar las consecuencias del escándalo que generó el hecho de haber difundido,
en su cuenta personal X, la aparición de
una criptomoneda: $LIBRA, y que él reconoce haber divulgado pero no promocionado.
Y es que Javier Milei, reconocido como un economista consumado, no se ha dado
cuenta aún, ni aparentemente se quiere dar, de la enorme responsabilidad que,
como estadista, demanda el cargo de presidente de la nación. No,
lamentablemente ni es estadista ni está preparado para ser presidente de la
nación. Y no porque le falte inteligencia. Sino porque le sobra soberbia,
inmadurez, y mal sentido de ubicación.
“En
un momento empiezan a hablar de la estrategia judicial o quién lo iba a
acompañar en el proceso judicial -explica Adorni - El presidente empieza
a hablar de Mariano Cuneo Libarona [ministro de Justicia]; el presidente por
supuesto no está en lo fino jurídico. Y equivocado, en mi parecer y en
el parecer del presidente, Santiago Caputo corta la entrevista, porque... De
hecho, Santiago Caputo tiene, por así decirlo, el defecto de la excelencia.
Como notó que eso podía prestar a la confusión a alguna parte de la audiencia,
decidió cortar la nota”.
Y es que aquí está una de las principales cuestiones de este nuevo quilombo político y mediático: ”el presidente por supuesto, no está en lo fino jurídico”, aseguró su representante comunicacional, tratando de explicar la trastada. En su publicación en X (antes Twitter), el presidente Javier Milei presentó a Libra como una iniciativa privada destinada a “incentivar el crecimiento de la economía argentina” mediante la inversión en pequeñas empresas y emprendimientos. Y acompañó el mensaje con un enlace al sitio web oficial del proyecto y el contrato del token en la blockchain, lo que le otorgaba autenticidad ante el público.
¡Vaaya!
¿Y ésta no es una forma de promoción? Muy meritorio, sin duda lo de Adorni (aunque
no adorna en nada, la excelencia) tratando de exculpar al presidente.
(Para eso lo pusieron ahí) Pero inexcusable su afirmación de que el presiente “no
está en lo fino jurídico”.
Sea
como sea, y quiero dejarlo aquí; esto es muy feo. Feo para un presidente en el
cual una mayoría de argentinos depositaron su confianza para salir, al fín, y
de una vez por todas, del cancerígeno engaño Kirchnerista. Feo para esa gran
cantidad de argentinos que ahora se dan cuenta de los peligros de votar
emocionalmente, sin calcular las consecuencias de quien no actúa racionalmente.
Feo para una nación grande y hermosa, como la Argentina, que sigue buscando,
desesperadamente, quien le rescate la dignidad y la grandeza que merece como
nación.
Y
es que el grande, y principal, y lamentable problema, que ya ha traído varios
errores que marcan la agenda argentina, es que Javier Milei, a pesar de que
asumió como presidente, constitucionalmente, nunca lo asumió personalmente. Y
siguió y sigue actuando como un chico grande malcriado, con sus caprichos,
inmadureces, e irreverencias, que le están costando a la hermosa Argentina la
posibilidad de un nuevo fracaso.
Y
digo lamentable, porque en la entrevista desmintió haber promocionado la
iniciativa afirmando que solo la difundió. "Yo soy un tecnooptimista
fanático y tengo una pasión por la tecnología y quiero que Argentina se
convierta en un faro tecnológico. Toda propuesta que me encuentre que pueda
mejorar el financiamiento para lo que serían emprendedores tecnológicos”.
¿Y
saben que? ¡Yo esto se le creo! ¡Y también le creo en que no haya tenido
ninguna intención económica o financiera, en haber publicado esa información
con fines promocionales! Simplemente, ¡se la comió! Y lo peor que pudo hacer, una vez más, fue lo
de siempre; agredir, insultar, y descalificar, a quienes, en su ejercicio
democrático, le señalaron los errores.
Al
fin, Milei borró su tuit sobre la criptomoneda, pero apuntó mal, una vez más, contra
la oposición: "Ratas inmundas de la casta" No
estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme
interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet).
A las ratas inmundas de la casta política que quieren aprovechar esta situación
para hacer daño les quiero decir que todos los días confirman lo rastreros que
son los políticos, y aumentan nuestra convicción de sacarlos a patadas en el
culo”.
¡Es
falto de ética y altura institucional, y aún personal, que vuelva a repetir descalificaciones
tan soeces, como desagradables y degradantes, como ésta, cuando, en realidad,
el que cometió el error fue él! Y le guste o no, ¡él es presidente de todos los
argentinos, incluyendo al kirchnerismo y su barra brava, o a quien más le desagrada!
Argentina no se merece esas ordinarieces que ponen en evidencia un grave
problema cultural, al aceptar como presidente a un ser tan elemental. El
presidente no está “en lo fino jurídico”, al decir de Adorni, ni tan
poco en lo fino de nada.
Tampoco
está en lo fino cuando se desafuera, e insulta, y descalifica, a presidentes de
otros países; cuando copia lo más negativo, obsoleto y regresivo de un descerebrado como Trump, contra acuerdos
humanamente establecidos, cuando pretende minimizar a compatriotas jóvenes, artistas,
como Lali Espósito, María becerra, o quien sea, como si fuera un matón de
barrio en busca de pelea.
¡Es
grueso, banal, e inmaduro, tratando de imitar a Trump, y pareciéndose a Maduro!
¡Lástima, porque Argentina lo necesita! Y necesita de mucha excelencia.
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