My Photo
Name:
Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Saturday, August 17, 2024

 ¿Cuántos muertos más necesitará Maduro?


El infausto gobierno del infausto Nicolás Maduro, y sus infaustos cómplices, están calculando cuántos muertos de la sociedad civil, venezolana, serán necesarios para mantener su infame grupo de mercenarios, en el poder. ¿Cuántos serán esta vez? Nadie puede predecirlo. Pero lo que si es predecible, y visible, es que este gobierno farsante, fraudulento y asesino, está buscando lentamente un feroz enfrentamiento entre sus fuerza armadas, y su población civil, desarmada. No es la primera vez que esto ocurre. En más de una oportunidad el pueblo venezolano, harto, hastiado, cansado, de los abusos y la ineptitud de unos gobernantes corruptos e ineficientes, ha debido salir a las calles a protestar por sus derechos.

Los venezolanos son un pueblo pacífico, cordial, sumamente alegre y generoso, con propios y extraños. Lo sé, porque conviví con ellos por 18 años. Pero no soportan que nadie quiera robarles ese indispensable espacio de convivencia en democracia, que tanto les ha costado ganar, y del cual se sienten orgullosos. Y entonces si; cuando los maltratan, los irrespetan, y los presionan hasta límites de poner en juego su dignidad, su país, y sus familias, ¡salen a arriesgar sus vidas ante quien sea y donde sea!

Dos años antes de residenciarme en Venezuela (1989) el pueblo harto de los abusos y mentiras, y la corrupción galopante, frente a un ajuste económico que recaía sobre la población, se levantó civilmente en protesta, desencadenando el famoso “Caracazo”.  El saldo de muertos producido por la Policía Metropolitana, Fuerzas Armadas del Ejército, y de la Guardia Nacional, en su salvaje represión, oficialmente lo reportaron en 276 muertos; los reportes extraoficiales hablan de más de 3000. Hasta ese momento, Venezuela había sido uno de los países más estables y democráticos de Latinoamérica. ¡Pero es que la democracia siempre le ha resultado muy cara a Venezuela!

En 1992, cuando apenas había acomodado el cuerpo en un apartamento, en Chacao, asistí al primer intento de golpe de Estado, en Venezuela (más conocido como el 4F) llevado a cabo por un grupo de militares contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. El intento golpista no logró sus objetivos y los rebeldes, entre quienes estaba el teniente coronel Hugo Chávez Frías, se rindieron. Diosdado Cabello, el actual hombre duro, dentro del gobierno de Maduro, lideró un grupo de cuatro tanques para atacar el Palacio de Miraflores, y estaba encargado de las antenas que garantizarían la comunicación entre los alzados, pero que nunca lograron hacer funcionar. ¡Fue un fracaso total! Pero hoy, Cabello, es el mercenario principal.

Pero en noviembre del mismo año, los mismos grupos insurgentes intentaron un segundo golpe de Estado. Tomaron la sede de la televisora pública Venezolana de Televisión, así como dos antenas repetidoras privadas;  pero se equivocaron, y  transmitieron un vídeo que confundió totalmente a los cabecillas.  A las 3:30 de la tarde, una vez más, los rebeldes se rindieron, luego de un enfrentamiento con las fuerzas constitucionales que dejaron un saldo de nueve muertos, todos personal de la televisora VTV, a manos de los insurgentes comandados por el brillante  estratega  Jesse Chacón. (¿¿ ¿?)

Más tarde, ya instalado en Caracas, presencié de primera mano los sucesos de Puente Llaguno, también conocidos como la Masacre de El Silencio, haciendo referencia a los hechos ocurridos en el centro de Caracas, durante una marcha multitudinaria hacia el Palacio de Miraflores, de ciudadanos opositores al presidente Chávez. Como resultado, perdieron la vida diecinueve ciudadanos venezolanos, identificados. ¿Cuántos más quedaron por fuera? No se sabe.

¡Nunca un gobernante, un político, ni un general, ni un militar, muertos; todos simples ciudadanos civiles desarmados! En aquellos momentos por lo menos las Fuerzas Armadas de Venezuela, tenían la dignidad suficiente como para replantearse entre ellos mismos, los destinos y desatinos de una revolución destinada al fracaso y a la pauperización del pueblo venezolano.

El soldado que no quiso vender su patria. ¡Qué dignidad, la de aquel general, Manuel Isaías Baduel, quien fiel a sus principios de respetar y hacer respetar la Constitución, se volcó con sus tropas desde Maracay, para recatar y asentar en su legítimo lugar de la presidencia, en aquel entonces, al electo presidente Hugo Chávez, preso de un golpe de Estado!  ¡Y qué vergüenza la de Chávez cuando, en pleno intento de vender la soberanía de Venezuela a la ignominiosa dictadura cubana, encarceló a Baduel (su amigo del alma) por no aceptar poner a las Fuerzas Armadas de Venezuela bajo el cómplice y vergonzoso socialismo-comunismo, dictado por su mentor, Fidel Castro!

Si; ¡Baduel fue un ejemplo de militar constitucionalista, y una vergüenza para Chávez! Una vergüenza como lo es hoy el general Vladimir Padrino, servil entrega de la soberanía de la nación. Qué distinta aquella prestigiosa Fuerza Armada de Venezuela, comandada por Baduel, a esta actual, al servicio de un grupo de mercenarios, asesinos, torturadores, e ineptos, que envilecen a la nación, poniéndola al servicio de mezquinos y mediocres intereses extranjeros en su lucha geopolítica, por el poder, tratando de convertir a Venezuela en otra hambreadora Cuba de Fidel.

 No; el pueblo de Venezuela no tiene porqué pagarle a estos mercenarios sus servicios de alcahuetes, a costa del hambre, las privaciones, el desarraigo, y el exilio voluntario, de más de 8 millones de sus ciudadanos que debieron, por privaciones o por miedo, abandonar su hermosa y generosa nación. ¡No; Venezuela no es, ni será Cuba; aunque sigan matando a los venezolanos!

Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo. Qué distintos los conceptos de aquel Chávez, envuelto aún en la esperanza de su pueblo, cuando en uno de sus discursos de fin de año en la Academia Militar, enfatizó: “Recordemos a (Simón) Bolívar: “Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo”. Y esta vez, no se sabe cuántos muertos más necesitará Maduro, para seguir hambreando a su pueblo..

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home