¿Le quedó grande el traje de presidente?
Es una pena, y lo digo con todo respeto: creo que a Javier Milei le quedó grande el traje de presidente. Creo que nunca ha llegado a darse cuenta que es el presidente de todos los argentinos (que para eso lo votaron con tanta esperanza) y no el referente mundial para dictarle a la humanidad sus reglas de conducta y gobernabilidad. Y sigue mostrando que es el niño rebelde y caprichoso que se porta mal en la mesa familiar, en la relación con sus compañeritos vecinos, en la escuela grande donde todos debemos aprender, y aportar, y solo sabe gritar, descalificar, insultar, agredir y rechazar, a quienes debieran ser los amigos de su país y no de su entorno afectivo y familiar, dominado por cuatro perros vivos y uno muerto, que son su referencia personal.
No lo entiendo;
les juro que no lo entiendo, aunque creo también que es imposible de entender;
lo aceptás o lo rechazás. ¡Pero es que me preocupa mucho! Porque con sus deidades
y divismos, logró remover la metástasis cancerígena del kirchnerismo. Y no es
poco decir. Pero a nivel de gobernante, lo único que ha demostrado hasta ahora,
es una infantil necesidad de pelearse con todo y con todos, y buscar enemigos
como forma de sustentar su personalismo. (Me hace acordar mucho a Maduro, el de
Venezuela)
Menos mal que,
pese a los temibles pronósticos ha delegado en un buen grupo de profesionales
la conducción económica del país, y algunos de sus esenciales ministerios. Y si
en todo caso ha habido méritos atribuídos
a él, no han sido ninguna gran genialidad, sino el haber disfrutado de
un enorme respaldo popular como para haber implementado medidas que, en otro
momento, a nadie se le hubiera permitido ejecutar. ¿Acaso son tan distintas a
las que pretendió impulsar Macri en su desafortunado gobierno? No; pero no era
el momento. La crispación y desilusión de los seguidores del kirchnerismo (que
les hizo creer que era la continuación del peronismo) y aún de otros
desilusionados que tampoco vieron en los ¡apenas cuatro años del gobierno
de Macri!, con sus obligados ajustes en las regalías de un estado
ineficiente, era tan grande, que no le hubiera caído bien ninguna propuesta.
Siempre lo firmé;
“Macri no debió haberse presentado a la presidencia, en aquellas
circunstancias de un país tremendamente
endeudado, y prisionero de un modelo populista tan arraigado! Era imposible que funcionara. Era un nuevo
paradigma demasiado difícil de asimilar. Porque Macri era el representante del
empresariado, del capitalismo y sus miles de demonios acumulados. Y ahora,
borrados de la escena de la esperanza pública, uno y otro ícono tan conflictuado,
era necesaria una nueva figura (un Mesías) rebelde, ambicioso, y hasta
irrespetuoso, que pateara el tablero. Como cuando Jesús expulsó a
los mercaderes del Templo, haciendo salir al ganado, y tiró las mesas de
los cambistas y de los vendedores de palomas.
Entones, ahora si; a Milei y su equipo
se les permitió un ajuste social y económico mucho mayor, y con consecuencias
más dolorosas. Pero era y es, el duro precio a pagar, por volver a tener un
sueño, una esperanza, una dignidad, y una necesidad compartida. Y después de haber descalificado al presidente
de España y a su esposa (quizá ninguna joyita, no lo se) fue a reunirse con lo
mas roquefort de la política de extrema derecha española, para recibir
halagos y abrazos y condecoraciones. Se
ha abrazado con Trump y Netanyahu, el mayor inmoral condenado de la política
estadounidense, y el mayor asesino de niños y mujeres en la franja de Gaza.
Milei recibió en la ciudad de Hamburgo
(Alemania) y en medio de protestas por su llegada, una medalla de la Sociedad
Hayek, de tendencia neoliberal y controvertida por su supuesta cercanía a la
ultraderechista AfD. Entre los asistentes, estaba el exjefe del espionaje
alemán, Hans-Georg Maassen, creador del partido "Unión de Valores" y
que está siendo vigilado por sus declaraciones extremistas. De hecho, fue
destituido por Angela Merkel en 2018 tras varios escándalos relacionados con la
ultraderecha.
Recientemente recibió un premio en
nombre del Instituto Liberal de Praga, pero resulta que el director del Instituto Liberal de
Praga, Martin Panek, desconoció el premio entregado, y
aseguró que un exmiembro de la organización, Jiri Schwarz, realizó
el evento en nombre del organismo sin autorización de las autoridades, y asegurando
que “Ese señor es un mentiroso". Y, sobre Milei, se mostró "en
contra de sus medidas contra las drogas, el aborto y las manifestaciones
públicas". "Es prematuro conceder este premio a Milei",
sentenció.
Y ahora, como buen niño caprichoso,
desestimó la reunión del MERCOSUR por no enfrentarse con Lula, y como señal de afrenta
y desprecio, fue a una cumbre que reúne a líderes con más olor a roquefort
de la derecha latinoamericana, en Brasil, y a reunirse con Bolsonaro para
ver el partido de fútbol que, con mucho coraje, ganamos los uruguayos sobre los
brasileros. Pero resulta que también este socio ultraderechista, está acusado
en su país de varios cargos, como conspirar para incitar un levantamiento
con el objetivo de derrocar a su sucesor (igual que su admirado Donald Trump),
por manipular una base de datos de salud pública para que reflejara que él y su hija de 12 años de edad habían
recibido la vacuna contra el COVID-19, a fin de poder ingresar a Estados Unidos;
por incitar crímenes contra la salud
pública durante la pandemia de COVID-19, alentando a la población a no usar
mascarillas y causando alarma sobre un peligro inexistente de vacunas que
aceleraban el desarrollo de sida.
Y últimamente, la Policía
Federal acusó formalmente a Bolsonaro por lavado de dinero y
asociación delictuosa, por ocultar joyas de diamantes por valor de un millón de
dólares que el expresidente había recibido del gobierno de Arabia Saudita. En
fin, los nuevos compañeritos de gobernanza del presidente argentino, no son
ninguna joyita a destacar.
¿Por que no se porta
bien, el niño Milei, y se deja de molestar a sus congéneres humanos que hoy
necesitan más que nunca signos y mensajes de tolerancia, entendimiento,
razonamiento, y respeto mutuo, para poder mejorar la convivencia? ¡El es el
presidente, y no el clown de la república argentina! Creo que le quedó grande
el traje de presidente.
Divismo (Cualidad de divo (artista
famoso) Exceso propio del divo.
Deidades. Ser
divino o esencia divina. Divinidad. Cada uno de los dioses de las diversas
religiones.
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