Netanyahu, ¿el Hitler de Israel?
Es muy necesario entender, en medio de esta incruenta y salvaje guerra entre Israel y Palestina, que el terrorista grupo Hamas no es Palestina, ni el terrorista señor Netanyahu, es Israel. Benjamín Netanyahu está utilizando el enorme sacrificio histórico del pueblo de Israel, para convertirse en amo y señor, conquistador histórico de más territorios palestinos, abusando, e ignorando, las conclusiones y resoluciones de los organismos internacionales, e inclusive, las manifestaciones de su propio pueblo.
Y gracias a
ello, Israel enfrenta hoy, no sólo una grave confrontación externa, sino,
además, una grave crisis interna, pues la coalición gobernante de extrema
derecha, liderada por Netanyahu, ha impulsado proyectos de ley que no solo
debilitan el sistema judicial, sino que le darían casi todo el poder al
ejecutivo de turno. El medio informativo France24, del 09/03/2023, (por
citar una opinión independiente) nos aclara que el primer ministro israelí con
más años en el cargo, y que siempre defendió un sistema judicial independiente,
y una Corte capaz de bloquear las legislaciones más extremas de los políticos,
ahora cambió su opinión personal al convertirse en un acusado penal,
pues enfrenta cargos de soborno, fraude y abuso de confianza.
“Su juicio por
corrupción está en curso en el Tribunal de Jerusalén desde mayo de 2020, y no
se hace difícil ligarlo a esta revisión judicial que lo
beneficiaría si se controlan los jueces que presiden su caso; si se
controlan los magistrados del Supremo; o, finalmente, se fuerza al sistema a
negociar un acuerdo de culpabilidad. ¡Caramba! ¿Otro Hitler, otro Stalin, otro
Chávez, otro Ortega, otro tirano dictador más, que tanto mal le han hecho a
nuestra humana democracia?
El 4 de marzo
de 2023, manifestantes israelíes contrarios a la reforma judicial
impulsada por Netanyahu, sostienen una pancarta que reza el juego de palabras
'Isra-hell’s (infierno) prime minister”, con el rostro del primer ministro
israelí Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv. Y no existe hoy protesta israelí que
no clame, estirando cada sílaba '¡De-mo-cra-cia!', y reclamando plenas
garantías democráticas.
Esto se debe
al miedo que infunde el plan de reforma judicial promovido por
la coalición de Benjamín Netanyahu, que atenúa el contrapoder
que ejercen tanto la Corte Suprema como el resto de tribunales
del sistema legal, en un estado huérfano de Constitución y de
legislativo bicameral, consiguiendo de este modo un control casi ilimitado de
las iniciativas (y las críticas). ¡Vaya! ¿Esta es la democracia israelí?
El hecho de
que hoy miles de sus ciudadanos israelíes mueran como respuesta a sus
invasiones, de que otros miles rechacen sus acciones, de que otros cientos
repudien su accionar y reclamen por sus familiares secuestrados, de que miles
de niños y heridos estén muriendo en los hospitales de Gaza por falta de agua,
comida, medicamentos, energía para poder operar y salvar vidas, y de que
inexorablemente se sigan multiplicando el odio y la sed de venganza de los
palestinos y sus allegados hacia Israel, que multiplicará las muertes, de uno y
otro lado, será la herencia maldita que se sumará a las atrocidades
hitlerianas. Pero esta vez, producida por el genocida Netanyahu, y contra
quienes no fueron sus genocidas, sino que, de alguna forma, y luego de
incansables diálogos y mediaciones, comparten sus tierras con sus
ciudadanos.
En definitiva,
el dictador señor Netanyahu no escucha ni a su propio pueblo, que lo repudia y
le pide explicaciones, allí y en todas partes del mundo, ni tampoco a los
organismos internacionales que le han advertido muy claramente sobre las
consecuencias de sus abusos invasivos. Entonces ¿tenemos a otro Hitler, esta
vez en Israel? ¡Espero que esta vez, Israel le cobre sus muertos al señor
Netanyahu!
Alberto Rodríguez Genta. argentaster@gmail.com
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home