¡No quiero ser un Marset!
¡Vamos, no es tan fácil! Por no mencionar a quienes apuestan, económicamente,
al enorme impacto social - y por lo
tanto -comercial -de este esfuerzo según los puntos de rating a obtener. ¡Y que
sin duda los obtuvo! Porque es
bueno analizar también una entrevista que el mismo diario El País realizó a Fernanda
Kosak, otra excelente periodista que formó parte del mismo programa de Ignacio
Álvarez, ”Santo y Seña”, quien se refirió al evento, reflexionando acerca de "el
glamour alrededor de lo que es ser un narco". Realizando, además, un
crudo análisis de la entrevista, e ironizando con que el programa que ella supo
integrar había mostrado como "un tipazo" al delincuente narco.
Y creo que es cierto. ¡Porque les juro que, si yo fuera Marset, o cualquiera de
su entorno, también me sentiría “un tipazo”!
“Es muy preocupante",
señaló Kosak; "Ser un narco no
es ser un crack y tener una buena pilcha. Es tomar estados, los barrios más
violentos, arruinarle la vida a un montón de personas. (....) Es muy lindo
verlo en Netflix pero no es lindo que eso tome al país".
Entonces, hacer cosas que encima lo promuevan y lo romanticen es peligroso".
Para cerrar, nos recordó la lamentable realidad revelada, de que, "según
cifras oficiales, la mayoría de niños uruguayos, quiere ser narco", por lo
cual "es muy peligroso dejar a este tipo como un crack". "Hay
que tener cuidado".
Y es que yo me pregunto si en
televisión vale todo, y si no debieran existir ciertos códigos de ética y
valores a respetar, tratando de no exacerbar ni normalizar la particular
conducta de quienes puedan sentirse ensalzados con este tipo de reconocimiento.
¡Cuántas veces nos sorprendemos ante casos de niños que, tentados en las redes sociales
por juegos o personajes que invitan y desafían a actos temerarios, y hasta
suicidas, terminan sacrificando sus hermosas vidas! Porque para la gente adoctrinada en ese estilo
de vida, del ganar o perder -todo o nada – los valores son otros, y los desafíos
también.
¡Y no se trata compatriotas, de juzgar
a Martín Aguirre por sus comentarios, ni a Patricia Martín por su trabajo -que
para mí fue excelente- sino que en última instancia se trata de cuestionar la
misión, visión, y valores, del periodismo uruguayo- dentro del cual se juegan-
tanto el profesionalismo de nuestros periodistas, como también su necesidad de ser,
y comer! Yo estoy seguro de que si a
Patricia Martín le encomendaran una entrevista al papá Francisco, lo iba a
hacer tan bien, o mejor que muchos! (Aunque Fernanda Kosak, también) Pero eso
no da rating. ¡Y el rating, el famoso rating, paga todo! ¡Aunque es un juego
peligroso para la sociedad!
Creo que los uruguayos nos
debemos un gran debate sobre este tema. Porque, en verdad, ¡yo no quiero ser un
Marset! Ni que mis hijos, mis nietos, ni los hijos y nietos de mis amigos lo
sean.
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