Alcatraz está en tu mente.
Un caso de Responsabilidad Social Empresarial que traspasó rejas y fronteras.
Siendo las 10:50 hs. de la mañana en Buenos Aires, y durante el Congreso organizado por la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina (ADRHA) cuarenta ex -peligrosos delincuentes venezolanos tomaron la sala del Auditorio de Telecom, en la Planta Baja, y se hicieron con el micrófono de quien coordinaba las ponencias. Pero aquello no era ni un asalto ni una amenaza; habían sido invitados a exponer ante los asistentes, uno de los casos mundiales más resonantes de erradicación de la delincuencia, sin violencia. ¡Y quien mejor que ellos, para contarlo..!
El asalto a mano armada a un vigilante de una hacienda, una madrugada, fue el comienzo de la historia que le cambiaría la cara a una población entera. Una población de 43.000 habitantes, prisionera del miedo producido por no más de 500 delincuentes. La pregunta obligada del Congreso de ADRHA era: ¿Qué pueden aportar en estos casos las iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial?
Normalmente, hechos como éste terminan con sangre, en Venezuela. Y aunque es sabido que la violencia produce más violencia, a nadie se le habría ocurrido algo distinto que utilizar una vez más la represión. Quizá porque como afirmaba Maquiavelo “No hay nada más difícil de manejar, más arriesgado de llevar a cabo ni más incierto, que ser líder en la introducción de un nuevo orden de cosas”.
Pero Alberto Vollmer -el joven presidente de la Hacienda Ron Santa Teresa, una empresa y una familia muy conocidas en Venezuela –sabía que los métodos tradicionales no iban a resolver las cosas. Mandar a la cárcel a aquellos 3 jóvenes delincuentes integrantes de una banda, a quienes lograron capturar, solo tendría el efecto de una anestesia temporal. Había que decidirse a inventar algo distinto; algo que apuntara al futuro y no al presente. Algo que cambiara radicalmente los paradigmas existentes. Había que desactivar el problema para poder entenderlo. Compartirlo, para poder resolverlo! Y para que no se repita. No era solo la seguridad de la Hacienda y de la familia Vollmer la que estaba en juego; era todo el Municipio Revenga con sus 43.000 residentes, y unos índices de delincuencia alarmantes.
Llamó entonces a los infractores y les propuso dos opciones: la cárcel, con sus años de privaciones, o quedarse en la Hacienda a trabajar sin paga para compensar su falta, por tres meses. El, correría con el riesgo; ellos con la oportunidad de ser útiles en libertad, y la posibilidad de encarar un futuro distinto. Y como era algo distinto, no sólo lo aceptaron; al poco tiempo solicitaron incluir a los 22 restantes de la banda, en el trato.
Este caso, está recorriendo el mundo entero. Ya son más de 75 los muchachos integrantes de distintas bandas, y rescatados por el Proyecto denominado Alcatraz, que siguen dando un ejemplo de que lo imposible, sólo está en la mente de las personas! Pero esta iniciativa empresarial para erradicar la delincuencia sin violencia –y que apenas cuenta con algo más de tres años - ya fue presentada como caso de estudio en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, y también en Boston, ante la Red de Conocimiento para el Emprendimiento Social (o Social Enterprise Knowledge Network, SEKN), que integran 10 universidades iberoamericanas y coordina la Universidad de Harvard.
Cuenta con la colaboración de la Corporación Andina de Fomento (CAF); ha sido Premiada por el Banco Mundial, y actualmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) esta interesado en replicarla para disminuir índices de delincuencia e inseguridad en América Latina. La FIDAGH (Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana) le concedió el Premio a la Excelencia Empresarial, y recientemente el Ministerio de Interior y Justicia Venezolano decidió tomarlo como modelo para implementarlo en otras zonas del país.
Ser parte de la solución, no del problema.
Quizá la clave para entender esta iniciativa tan inédita como temeraria, está en las palabras expresadas por Alberto Vollmer en una entrevista realizada en mayo de 2004, luego de una
exposición ante los jóvenes empresarios venezolanos (AJE).
“La empresa del siglo XXI está llamada a invertir agresivamente en el tema social. Las empresas no se desarrollan en un ambiente de pobreza. Si no inviertes en el tema social, serás víctima del tema social”.
Sabias palabras que encierran un nuevo concepto en la forma de ver e interpretar la problemática del mundo actual. O te decides a ser parte de la solución, o te conformas con seguir siendo parte del problema.. En definitiva, nunca te escaparás del problema! Por ello la necesidad de enfrentarlo; de entenderlo, y de resolverlo.
La Responsabilidad Social Empresarial, es precisamente eso. Es involucrar al ambiente que te rodea y a las personas que te rodean, en tu mundo de beneficios. Es extender –al decir de Drucker -la actividad de la empresa, sin desviarla de sus objetivos.
Por ello Alberto Vollmer va aún más allá en su temeraria pero sublime iniciativa: “Mi mundo empresarial se encuentra en el Municipio Revenga –afirma -y uno quiere lo mejor para el ambiente donde se halla su empresa. Por eso creo que el destino de esa localidad es que se convierta en el sueño turístico y creo que Proyecto Alcatraz es el gran catalizador para esa transformación, es el motor para romper la barrera del miedo y la inseguridad, haciendo así de este lugar lo mejor y ejemplo de otros”.
Razones para entender como Julius Rosenwald levantó del fracaso a Sears Roebuck, en los EE.UU., a principios del Siglo pasado, o el éxito de los hermanos ERR0 en Uruguay, en la época de los 80, ayudando en ambos casos a los agricultores de uno y otro país a desarrollarse y prosperar. Casos que fueran tratados en nuestro primer artículo. Donde unos ven obstáculos, otros ven oportunidades! Ese es el mundo de los innovadores y de los emprendedores.
La fórmula del éxito.
Increíblemente, Venezuela, siendo considerada hoy una de las tres naciones más inseguras y violentas del mundo, tiene dentro de si, la fórmula más exitosa en materia de erradicación de la delincuencia sin violencia. Ron Santa Teresa no sólo tiene la fórmula del buen ron, tiene también la fórmula de la reinserción social de los jóvenes delincuentes. Una experiencia única en materia de Responsabilidad Social Empresarial! Trataré de resumir esta inédita iniciativa.
Siendo las 10:50 hs. de la mañana en Buenos Aires, y durante el Congreso organizado por la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina (ADRHA) cuarenta ex -peligrosos delincuentes venezolanos tomaron la sala del Auditorio de Telecom, en la Planta Baja, y se hicieron con el micrófono de quien coordinaba las ponencias. Pero aquello no era ni un asalto ni una amenaza; habían sido invitados a exponer ante los asistentes, uno de los casos mundiales más resonantes de erradicación de la delincuencia, sin violencia. ¡Y quien mejor que ellos, para contarlo..!
El asalto a mano armada a un vigilante de una hacienda, una madrugada, fue el comienzo de la historia que le cambiaría la cara a una población entera. Una población de 43.000 habitantes, prisionera del miedo producido por no más de 500 delincuentes. La pregunta obligada del Congreso de ADRHA era: ¿Qué pueden aportar en estos casos las iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial?
Normalmente, hechos como éste terminan con sangre, en Venezuela. Y aunque es sabido que la violencia produce más violencia, a nadie se le habría ocurrido algo distinto que utilizar una vez más la represión. Quizá porque como afirmaba Maquiavelo “No hay nada más difícil de manejar, más arriesgado de llevar a cabo ni más incierto, que ser líder en la introducción de un nuevo orden de cosas”.
Pero Alberto Vollmer -el joven presidente de la Hacienda Ron Santa Teresa, una empresa y una familia muy conocidas en Venezuela –sabía que los métodos tradicionales no iban a resolver las cosas. Mandar a la cárcel a aquellos 3 jóvenes delincuentes integrantes de una banda, a quienes lograron capturar, solo tendría el efecto de una anestesia temporal. Había que decidirse a inventar algo distinto; algo que apuntara al futuro y no al presente. Algo que cambiara radicalmente los paradigmas existentes. Había que desactivar el problema para poder entenderlo. Compartirlo, para poder resolverlo! Y para que no se repita. No era solo la seguridad de la Hacienda y de la familia Vollmer la que estaba en juego; era todo el Municipio Revenga con sus 43.000 residentes, y unos índices de delincuencia alarmantes.
Llamó entonces a los infractores y les propuso dos opciones: la cárcel, con sus años de privaciones, o quedarse en la Hacienda a trabajar sin paga para compensar su falta, por tres meses. El, correría con el riesgo; ellos con la oportunidad de ser útiles en libertad, y la posibilidad de encarar un futuro distinto. Y como era algo distinto, no sólo lo aceptaron; al poco tiempo solicitaron incluir a los 22 restantes de la banda, en el trato.
Este caso, está recorriendo el mundo entero. Ya son más de 75 los muchachos integrantes de distintas bandas, y rescatados por el Proyecto denominado Alcatraz, que siguen dando un ejemplo de que lo imposible, sólo está en la mente de las personas! Pero esta iniciativa empresarial para erradicar la delincuencia sin violencia –y que apenas cuenta con algo más de tres años - ya fue presentada como caso de estudio en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, y también en Boston, ante la Red de Conocimiento para el Emprendimiento Social (o Social Enterprise Knowledge Network, SEKN), que integran 10 universidades iberoamericanas y coordina la Universidad de Harvard.
Cuenta con la colaboración de la Corporación Andina de Fomento (CAF); ha sido Premiada por el Banco Mundial, y actualmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) esta interesado en replicarla para disminuir índices de delincuencia e inseguridad en América Latina. La FIDAGH (Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana) le concedió el Premio a la Excelencia Empresarial, y recientemente el Ministerio de Interior y Justicia Venezolano decidió tomarlo como modelo para implementarlo en otras zonas del país.
Ser parte de la solución, no del problema.
Quizá la clave para entender esta iniciativa tan inédita como temeraria, está en las palabras expresadas por Alberto Vollmer en una entrevista realizada en mayo de 2004, luego de una
exposición ante los jóvenes empresarios venezolanos (AJE).
“La empresa del siglo XXI está llamada a invertir agresivamente en el tema social. Las empresas no se desarrollan en un ambiente de pobreza. Si no inviertes en el tema social, serás víctima del tema social”.
Sabias palabras que encierran un nuevo concepto en la forma de ver e interpretar la problemática del mundo actual. O te decides a ser parte de la solución, o te conformas con seguir siendo parte del problema.. En definitiva, nunca te escaparás del problema! Por ello la necesidad de enfrentarlo; de entenderlo, y de resolverlo.
La Responsabilidad Social Empresarial, es precisamente eso. Es involucrar al ambiente que te rodea y a las personas que te rodean, en tu mundo de beneficios. Es extender –al decir de Drucker -la actividad de la empresa, sin desviarla de sus objetivos.
Por ello Alberto Vollmer va aún más allá en su temeraria pero sublime iniciativa: “Mi mundo empresarial se encuentra en el Municipio Revenga –afirma -y uno quiere lo mejor para el ambiente donde se halla su empresa. Por eso creo que el destino de esa localidad es que se convierta en el sueño turístico y creo que Proyecto Alcatraz es el gran catalizador para esa transformación, es el motor para romper la barrera del miedo y la inseguridad, haciendo así de este lugar lo mejor y ejemplo de otros”.
Razones para entender como Julius Rosenwald levantó del fracaso a Sears Roebuck, en los EE.UU., a principios del Siglo pasado, o el éxito de los hermanos ERR0 en Uruguay, en la época de los 80, ayudando en ambos casos a los agricultores de uno y otro país a desarrollarse y prosperar. Casos que fueran tratados en nuestro primer artículo. Donde unos ven obstáculos, otros ven oportunidades! Ese es el mundo de los innovadores y de los emprendedores.
La fórmula del éxito.
Increíblemente, Venezuela, siendo considerada hoy una de las tres naciones más inseguras y violentas del mundo, tiene dentro de si, la fórmula más exitosa en materia de erradicación de la delincuencia sin violencia. Ron Santa Teresa no sólo tiene la fórmula del buen ron, tiene también la fórmula de la reinserción social de los jóvenes delincuentes. Una experiencia única en materia de Responsabilidad Social Empresarial! Trataré de resumir esta inédita iniciativa.
Problema: El índice de desempleo en el Municipio Revenga es alto y en los últimos 10 años el índice delictivo se ha incrementado. No obstante ello, CARST (Compañía Anónima Ron Santa Teresa) está promoviendo la idea de transformar a Revenga en un municipio turístico. Esto sólo podrá ser posible si todos los habitantes se alinean con una visión y un plan estratégico.
Posibilidad: Gracias al Proyecto Alcatraz, CARST ha descubierto que los muchachos delincuentes son el pasaporte para penetrar los barrios, sus familias y las mentes de la comunidad. “Hemos descubierto que los delincuentes son la clave para el cambio social, son la variable indispensable para construir capacidad asociativa en los barrios del municipio. A través de ellos podremos desencadenar desarrollo local”.
Propuesta: La empresa busca a través de este proyecto neutralizar a estos jóvenes y transformarlos en “líderes del cambio” a través del trabajo. Busca convertirlos en multiplicadores de la visión del municipio y transformar el peor problema que existe en la comunidad en una fuente de bienestar para todos.
Plan de acción: Mediante una presentación en Power Point se reclutan jóvenes del Municipio Revenga con problemas de conducta, quienes durante tres meses son puestos a prueba a través de trabajos intensivos de siembra, laboreo de tierras y labor comunitaria. Los grupos no pasan de veinte. Durante estos tres meses los jóvenes se mudan a una localidad remota en la Hacienda Santa Teresa y se les provee de lo necesario para que construyan su casa de campo. Trabajan desde las 6:00am hasta las 2:00pm. y tres veces por semana bajan de su lugar de trabajo por las tardes para compartir charlas de valores, autoestima, sesiones con psicólogos y prácticas de Rugby. A partir de octubre de 2003, el entrenador de rugby es un profesional costeado por la Corporación Andina de Fomento (CAF)**.
Es importante señalar que se adoptó especialmente al rugby como deporte, porque se afirma que el rugby enseña la solidaridad, el respeto, y brinda un especial sentido de pertenencia. Alberto Vollmer es un ex rugbier.
Al término de estos tres meses, los egresados de Proyecto Alcatraz pueden optar por insertarse socialmente en un empleo formal, o continuar su formación. Para ello se creó el Taller del Constructor Popular –uno de los seis proyectos de inversión social -en donde aprenden técnicas alternativas y convencionales de construcción de viviendas. Del mismo modo pueden optar por Café Alcatraz - otro de los proyectos - en donde participan de todas las etapas del proceso de producción de café gourmet y en un futuro cercano participarán en la distribución y venta del producto. El trabajo comunitario lo realizan cambiando la imagen de las casas de los vecinos, y logrando de esta forma, que estos cambien la imagen que tienen de ellos.
Resultados: “En esta primera etapa el Proyecto se ha concentrado en el pueblo de El Consejo y el impacto sobre el índice delictivo ha sido categórico: se ha registrado una caída de 40% en el municipio, pero si uno observa el comportamiento del índice en las zonas donde puntualmente el Proyecto se ha llevado a cabo, la caída está por el orden de 90%. Dicho esto, lo importante no es el índice sino todo lo que ha comenzado a suceder en paralelo. Surgen líderes virtuosos, las madres comienzan a organizarse y a hablar entre ellas, se trabaja alrededor de proyectos comunes, se informa acerca de quienes van en contra del bien de la comunidad y una especie de presión positiva del colectivo, de respeto a las reglas, comienza a sentirse en el ambiente. Sueños comienzan a nacer y los temas de conversación cambian de naturaleza”. (Carta de A. Vollmer a los accionistas de la empresa)
Conclusiones: Más allá de los premios y reconocimientos internacionales logrados por esta iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial, es importante destacar como este joven empresario pudo convencer a los accionistas y directivos de su empresa a arriesgarse en un cambio de paradigmas impensable –tanto para el 99,99% de las autoridades gubernamentales – como para la sociedad venezolana en su conjunto. Que en las especiales situaciones de violencia que se viven en Venezuela, a alguien se le ocurra enfrentarse cara a cara con los delincuentes para desarmarlos, proponiéndoles un trato de convivencia, luce como una actitud suicida.. Pero aquí cobra especial significado aquella afirmación de Séneca: “No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos; es porque no nos atrevemos que son difíciles”.
*Durante el Congreso realizado el 3 de octubre en Buenos Aires, y del cual participaron cuarenta “alcatraces” y el Gerente de Operaciones del Proyecto, se le preguntó a este último: - ¿Cómo lograron convencer a los otros gerentes de la empresa y al personal de la misma de incluir a delincuentes en la Hacienda? -“Fácil –contestó éste - o lo hacíamos o nos mataban; nuestra comunidad era violencia pura”. A los jóvenes provenientes de la delincuencia, se les preguntó a su vez: -¿Cuáles han sido algunos de sus principales logros? Con emoción y visible alegría, uno de ellos tomó el micrófono y respondió: -”Estar acá parado frente a Ustedes, hablando, nunca lo imaginé ni en sueños. Nuestra realidad era nuestro mundo del delito; no veíamos nada más allá de él. Cambiamos la pistola por la pelota de rugby”.
**Un dato curioso: Proyecto Alcatraz estuvo jugando entre el 27 de septiembre y el 1 de octubre de 2006, un torneo de rugby en Tucumán, y luego, entre el 2 y 6 de octubre viajó a Buenos Aires, para compartir experiencias y participar en el Congreso de la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina. Esto es parte del Proyecto llamado Laboratorio de Sueños, y está recibiendo apoyo, tanto del propio Estado venezolano, como de varias empresas privadas.
“Proyecto Alcatraz ha sido una nueva universidad para todos nosotros en Ron Santa Teresa” –afirma Alberto Vollmer - "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular".
Argenta
Alberto Rodríguez Genta
argentaster@gmail.com
Conozca el Proyecto Alcatraz en la página www.proyectoalcatraz.org
PD: Gracias a mi amiga Myriam Linari por referenciarme la reunión de Buenos Aires.
Alberto Rodríguez Genta
argentaster@gmail.com
Conozca el Proyecto Alcatraz en la página www.proyectoalcatraz.org
PD: Gracias a mi amiga Myriam Linari por referenciarme la reunión de Buenos Aires.
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